Pongo la televisión y, en este último periodo, el telediario estatal -a pesar de la falta de espacio televisivo de la que a menudo se lamentan- dedica varias secciones a la campaña contra el abandono de los animales durante la temporada vacacional... En sí, no tengo nada que objetar. Pero, si el noticiario presta tanta atención al abandono de animales, en contraste dedica un breve espacio a la crónica sobre el heroísmo de las "madres corajes": el caso de Chiara Corbella que decide, a cambio de su vida, la de su hijo. Me enteré de esta noticia en
Internet y no por los telediarios, que hubieran debido dedicar un amplio espacio con más cobertura informativa. Nada de esto nos sorprende, porque, como ya se sabe, las campañas pro-vida en el telediario se dan de pasada... Son mencionadas a título de hechos o acontecimientos, pero sin darle ningún tipo de relieve en cuanto al fondo, la Marcha por la Vida, ¿lo recuerdas? Quince mil personas en Roma... ¡STOP! Menos de un flash... Quien no lo haya pillado en aquel preciso instante del telediario, no se ha enterado de nada.
Bienvenidas sean, con moderación, las campañas que defienden a los animales de la crueldad humana; pero es inadmisible que, comparadas con estas campañas, los telediarios no destaquen las campañas de sensibilización en defensa de la vida desde su concepción misma, contra la crueldad del aborto, contra el abandono de recién nacidos en los contenedores de basura y el estrago educativo, civil, social y moral de los niños, víctimas de familias separadas; cuanto más alarmante es esto, más es silenciado como el "Prohibido prohibir".
¿Cuáles son los programas de gobierno que llevan a la práctica una seria prevención en cuanto a la tutela de los niños y la sensibilización a través de la información? Si no fuera por esta gran familia "pro-vida", distribuida en toda Italia, que se moviliza en muchas ocasiones, si no fuese por la Iglesia que nos sostiene con la plegaria en una comunión de los santos tan intensa..., a buen seguro que una más cruda masacre de inocentes habría ocurrido en algo más de un década. La santidad de Gianna Beretta Molla, la iniciativa heroica de la joven Chiara y la santidad escondida de mamás cuyo nombre no se sabe, nos sustentan desde lo alto y cooperan con sus ruegos ante el Altísimo.
Internet y no por los telediarios, que hubieran debido dedicar un amplio espacio con más cobertura informativa. Nada de esto nos sorprende, porque, como ya se sabe, las campañas pro-vida en el telediario se dan de pasada... Son mencionadas a título de hechos o acontecimientos, pero sin darle ningún tipo de relieve en cuanto al fondo, la Marcha por la Vida, ¿lo recuerdas? Quince mil personas en Roma... ¡STOP! Menos de un flash... Quien no lo haya pillado en aquel preciso instante del telediario, no se ha enterado de nada.
Bienvenidas sean, con moderación, las campañas que defienden a los animales de la crueldad humana; pero es inadmisible que, comparadas con estas campañas, los telediarios no destaquen las campañas de sensibilización en defensa de la vida desde su concepción misma, contra la crueldad del aborto, contra el abandono de recién nacidos en los contenedores de basura y el estrago educativo, civil, social y moral de los niños, víctimas de familias separadas; cuanto más alarmante es esto, más es silenciado como el "Prohibido prohibir".
¿Cuáles son los programas de gobierno que llevan a la práctica una seria prevención en cuanto a la tutela de los niños y la sensibilización a través de la información? Si no fuera por esta gran familia "pro-vida", distribuida en toda Italia, que se moviliza en muchas ocasiones, si no fuese por la Iglesia que nos sostiene con la plegaria en una comunión de los santos tan intensa..., a buen seguro que una más cruda masacre de inocentes habría ocurrido en algo más de un década. La santidad de Gianna Beretta Molla, la iniciativa heroica de la joven Chiara y la santidad escondida de mamás cuyo nombre no se sabe, nos sustentan desde lo alto y cooperan con sus ruegos ante el Altísimo.
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