viernes, 10 de agosto de 2012

LAS CUATRO PUERTAS DEL SECRETO Y ESPIRITUAL REINO DE DIOS


Fray Juan de los Ángeles fue un escritor místico español (Oropesa, cc 1536-Madrid cc 1609). Entró en la Orden de los Franciscanos descalzos. En sus tratados principales ("Triunfos del amor de Dios", 1590, refundido en "Lucha espiritual y amorosa entre Dios y el alma", 1600; "Diálogos de la conquista del espiritual y secreto reino de Dios, 1595; "Tratado de los soberanos misterios y ceremonias santas del Divino Sacrificio de la Misa, 1604; "Considerationes spirituales super librum Cantici Canticorum Salomonis", 1607; "Manual de vida perfecta", 1608) tiende a la profundización psicológica de la experiencia mística, en particular del "hondón del alma" y de la diferencia entre alma y espíritu.




Su producción mística -como la mística española de su época- transmite una concepción guerrera de la religiosidad, como se declara en el título de su obra maestra: "Diálogos de la conquista del espiritual y secreto Reino de Dios". Este libro fue traducido al italiano por el caballero fray Giulio Zanchini da Castiglionchio, bajo el título "Dialoghi Della Vita Interiore, Overo, Del Conquisto del spiritual Regno di Dio: Che, secondo il Santo Vangelo, è dentro di noi medesimi", Brescia, 1608. Para la versión de los pasajes al italiano hemos hecho una adaptación moderna del texto, para la versión española lo servimos en su originalidad.


DOS FRAGMENTOS DEL LIBRO

LAS CUATRO PUERTAS DEL SECRETO Y ESPIRITUAL REINO DE DIOS
"Y por principio, y para fundamento de todo, has de saber que hay cuatro entradas o puertas para el hondón y centro del alma, que propiamente es el Reino de Dios: una al Oriente, otra al Poniente, otra al Mediodía, otra al Septentrión o Norte. La puerta del Oriente es la humildad, porque es el principio y fundamento de todo el edificio espiritual. Al Poniente está la pasión y muerte de Cristo, como lo advirtió San Gregorio, sobre aquel verso del salmo: Iter facite ei, qui ascendit in Occasum. El cual dice que el ponerse del sol fué morir Cristo. La puerta del Mediodía es la abnegación de la propia voluntad, porque nunca queda tan clara y resplandeciente el alma como cuando se niega y desampara a sí misma y nada le queda de propia voluntad. Al Norte está la cuarta puerta, que es tribulación, que a veces parece cerrarnos la del cielo y la del consuelo todo. Al fin, del Cierzo o Norte vienen y se descubren todos los males y penas".
SIMBOLISMO CATÓLICO DE LOS ÁRBOLES
"En el granado, los deseos de los mártires; en el cipro (que algunos llaman árbol del paraíso, otros junquillo, otros cierto género de palma que lleva racimos de dátiles como de uvas), la caridad olorosísima; en el nardo, la humildad y la devoción; en el azafrán, la sobriedad y templanza, y el alegría espiritual; en la cañafístola, que, como nota Plinio, es cierto género de árbol llamado cálamo, cuya corteza es de lindo olor y de que se hace un preciosísimo ungüento, la honestidad y vergüenza, porque despide del alma los malos deseos y pensamientos no castos; en la canela, la virtud de la fortaleza, porque es caliente y confirma el estómago flaco; en la mirra y áloe o acíbar, la penitencia, y en los demás árboles y ungüentos, toda la universidad de las virtudes..."


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