"Cruceros de Roncesvalles", fotografía de D. José Ortiz de Echagüe

miércoles, 30 de enero de 2013

FIGURAS QUE SIMBOLIZAN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA

 
El Venerable Siervo de Dios Rvdo. Padre Fray Juan González Arintero, O. P.
(Lugeros, León 1860 - Salamanca, 1928)
 
 
SOBREEXCELENCIA DEL SER DE LA
IGLESIA CATÓLICA, APOSTÓLICA Y ROMANA; DIFICULTAD DE DEFINIRLA Y SÍMBOLOS PARA FIGURÁRNOSLA SIN AGOTAR SU REALIDAD
 
 
Siendo la Iglesia como una encarnación o síntesis de todo el orden sobrenatural, quererla definir estrictamente es intentar un imposible: es querer medir la inmensidad, determinar lo absoluto y referir lo inefable. Su excelencia traspasa por completo los límites de nuestra capacidad. Puesto que ofrece un carácer verdaderamente divino, y por tanto infinito, no tolera ningún género superior donde incluirse, ni por lo mismo puede hallar cabida en ninguna de las categorías que figuran en nuestras definiciones. Su unicidad y su divinidad la hacen indefinible; lo divino no se define, se admira en silencio y se celebra como se puede.
 
...
 
Por lo mismo que es indefinible, nos ha sido representada bajo gran variedad de figuras y de símbolos, mediante los cuales pudiéramos ir formándonos de ella un concepto cada vez más amplio y exacto, o menos imperfecto, aunque siempre por necesidad muy distante de la inagotable realidad: por eso son muchos, para que no nos atemos a ninguno exclusivamente, como si fuera una representación adecuada. Cada cual representa analógicamente algunos aspectos, y todos juntos, elevándolos, por decirlo así, a una potencia infinita, podrán darnos la más adecuada idea que nos es posible formar, ya que ni juntos, ni menos aislados, pueden agotar la virtualidad del contenido. Esos símbolos, unos están tomados del arte humano, por ser los más comprensibles, otros, de los objetos naturales y sobre todo de los organismos vivientes y de las cosas humanas, por ser lo que mejor -o menos mal- puede representar la vitalidad inextinguible de la Iglesia de Dios y sus admirables funciones regeneradoras.
 
Las Santas Escrituras y los Padres la representan ora como una "casa", un "templo" vivo, un "tabernáculo", una "ciudad", o un "reino"; ora como una "familia" divina, o como un "banquete" regio; cuándo la simbolizan por una "nave", una "red", un "rebaño", un "redil", una "era", un "campo", una "viña", o un ameno "jardín"; cuándo la muestran como una "esposa", a la vez que virgen, madre, que se llama también "paloma" y "azucena entre espinas", o como un "árbol" celestial en que están injertados los fieles; y en fin, como místico "Cuerpo de Cristo".
 
Del conjunto de estos símbolos, se deducen -junto con la "visibilidad" de la Iglesia- su régimen monárquico, las cuatro principales "notas" que la caracterizan y, a la vez, su "indefectibilidad" doctrinal ("infalibilidad") y vital ("indestructibilidad"), su continua expansibilidad y su vitalidad siempre creciente.
 
 
Del libro "Desenvolvimiento y vitalidad de la Iglesia", de Fray Juan González Arintero, O.P.
 
 Semblanza del Teólogo dominico español aquí:

lunes, 28 de enero de 2013

SAN CARLOMAGNO, SIERVO DE DIOS Y EMPERADOR DEL SACRO IMPERIO


Carlomagno nació en el año 742 y se convirtió en rey de los francos el año 768. El Papa Adriano I lo proclamó rey de los lombogardos, tras derrotarlos Carlomagno en el año 774. Y en el año 785 derrotó a los sajones, haciéndolos bautizar. Carlomagno brilló como reformador de la Iglesia, convocando concilios, edificando iglesias y colegios.

Frente a la falsa y vulgar visión de una Edad Media cristiana sumida en la oscuridad y la incultura, la figura de Carlomagno se yergue como una temprana refutación de tan gran patraña: Carlomagno era lector de San Agustín y, convencido de la importancia de la cultura, la fomentó bajo su imperio, creando la Escuela Palatina de Aquisgrán y poniendo al frente de la misma a Alcuino de York en el año 782. Aquel centro de sabiduría recopiló el legado de San Isidoro de Sevilla, de Boecio, de Beda el Venerable y del poeta hispano Aurelio Prudencio y los amanuenses se aplicaban a copiar libros para atesorar los saberes de la antigüedad en su biblioteca. Para tan grandiosa empresa Carlomagno reunió a todos los hombres de cultura de la Cristiandad que acudieron a la llamada del Gran Monarca. Clérigos irlandeses como Juan Escoto Eriúgena, Clemente de Irlanda, Cruindmelo y Dungal; francos, como Adelardo de Corbie, Angilberto de Centula; italianos como Pablo el Diácono, Pedro de Pisa y Paulino de Aquilea; hispanovisigodos como Teodulfo de Orleáns; teutones como Eginardo. Carlomagno también mandó edificar la Catedral de Aquisgrán.

Empeñado en preservar la Cristiandad, acometió la campaña en el norte de España, para despejarla del peligro agareno y, a la postre, abriendo la franja que permitiría las peregrinaciones a Santiago de Compostela. El día de la Navidad del año 800 fue coronado y proclamado Emperador del Sacro Imperio Romano de Occidente, por el Papa San León III.

El antipapa Pascual III canonizó a Carlomagno en el año 1165. Pero el hecho de ser canonizado por un antipapa y las connotaciones cesaropapistas que se adhieren a la figura del gran Emperador impidieron que su culto se convirtiera en universal, aunque no obstante cabe destacar que hasta nuestros días, en algunas regiones de Europa, todavía se le tributa devoción. Es el caso de Estrasburgo, de Ratisbona, de Osnabruk, Aquisgrán, Aachen... Y en España el Reino de Navarra celebró la festividad de San Carlomagno hasta el siglo XVIII.

Tras su muerte, cundieron las leyendas entre sus súbditos que negaban su muerte física y hubo quienes vaticinaron que retornaría. Es uno de esos grandes Reyes Perdidos, cuyo regreso se anhela como fabulosa restauración del Orden y aplastamiento del mal. Así se les esperó a esos monarcas inolvidables y amados por sus pueblos, cuyas muertes dejaron a sus súbditos en orfandad: a Arturo se le esperó en Inglaterra, a Sebastián se le aguardó en Portugal, a Alfonso I el Batallador se le añoraba y esperaba su retorno en el Reino de Aragón. A Carlomagno se le espera en Europa entera. Y una leyenda afirma que duerme en el seno del Untersberg, la montaña mística.

Carlomagno es una figura grandiosa de la Historia de la Cristiandad. Y para esta Europa que ha olvidado sus raíces cristianas, Carlomagno siempre será algo más que un ideal: será un paradigma de gobernante, siervo de Dios.

San Carlomagno, ruega por nosotros.

martes, 22 de enero de 2013

DAN BROWN CONTRA DANTE



LA INVENCIÓN DE UN "DANTE INICIÁTICO", A LA MEDIDA DE LA MASONERÍA


Dan Brown se hizo famoso con su novela "El Código Da Vinci". Ahora se anuncia que en mayo saldrá su nueva novela, con el título "Infierno". Está programado que sea publicada primero en Estados Unidos de Norteamérica y en Canadá, para más tarde o más temprano aterrizar en suelo europeo. Véase el enlace:

"Dan Brown rescata el "Infierno" de Dante en su próximo libro" (publicado por el ABC).

Los servicios de publicidad editoriales han adelantado que este nuevo folletón de Brown tomará como hilo conductor de la intriga los supuestos misterios de Dante. Es de suponer que, otra vez más, el personaje de Robert Langdon (un Indiana Jones urbano venido a menos) se las tenga que ver para descifrar las presuntas claves que podrían esconderse en una de las obras máximas de la poesía universal, "La Divina Comedia" de Dante Alighieri. En este sentido, el profesor italiano Massimo Introvigne se ha anticipado a todos los críticos y haciendo alarde de su colosal erudición en un artículo que invitamos a leer nos desvela las claves del misterio que Brown tratará de explotar en su novela

El artículo del Profesor Introvigne puede leerse en La Nuova Bussola Quotidiana, ver el enlace:

"Se Dan Brown "ricicla" anche il Dante esoterico"

El Profesor Introvigne nos remonta, a través de este artículo suyo, a los orígenes de la invención de un Dante esotérico. De este modo podremos ver que, como siempre, Brown presenta temas muy antiguos como novedades, aprovechándose de la incultura de sus lectores y vertiendo el veneno contra el cristianismo y, en especial, contra la Iglesia católica. El Dante esotérico que nos presentará Brown es un tema que tiene una cierta trayectoria, dado a luz por personajes del siglo XIX y del XX que se movieron en las cloacas ocultistas de la masonería y la revolución.

Según la autoridad del Profesor Introvigne hay que retroceder al siglo XIX para encontrarnos con las primeras interpretaciones que difunden una imagen de Dante herético y gnóstico. Será el napolitano Gabriele Rossetti, padre del pintor prerrafaelita Dante Gabriele Rossetti quien, en su exilio londinense, se ocupe por vez primera de articular una interpretación esotérica de Dante Alighieri, suponiendo que el poeta florentino pertenecía a una sociedad secreta de signo gnóstico, heredera de los saberes ocultos de egipcios, pitagóricos y gnósticos y a su vez precedente medieval de los rosacruces y masones más modernos. La invención de Rossetti que tuvo que exiliarse en Inglaterra, perseguido por sus ideas revolucionarias masonizantes y su oposición a los Borbones, pasaría a ser retomada por Eugène Aroux que denunciaría a Dante ante las autoridades eclesiásticas católicas del siglo XIX como un cripto-hereje revolucionario, aconsejando ponerlo en cuarentena.

El poeta italiano Giovanni Pascoli


La influencia ejercida por Rossetti y Aroux sobre el poeta masón Giovanni Pascoli -nos cuenta el Profesor Introvigne- sería de tal envergadura que serviría a éste para reinterpretar a Dante, ahora como un magnífico campeón contra la Iglesia católica; no en vano Pascoli era masón. Fue también Pascoli el que proyectó la formación de un Partido de Dante (socialista no marxista, nacionalista y anticlerical) que no llegó a cuajar en Italia. Años después, la trilogía que Pascoli dedicó a desvelar los secretos de Dante, sería a su vez recogida por el crítico Luigi Valli que sería una fuente decisiva para el esoterista René Guénon en su obra "El esoterismo de Dante" (del año 1925), tal vez la versión esotérica de Dante más conocida en los círculos cultos. Para Guénon a Dante habría que leerlo en dos planos: el exotérico (el plano exterior) que se sirve de una iconografía cristiana y el esotérico (el plano interior), cuyas claves presumiblemente Dante adquiriría en una cofradía invisible que, recogiendo la tesis de Valli, llama la "Fede Santa".

El Profesor Massimo Introvigne nos ayuda a recorrer la genealogía de esta idea que, a buen seguro, habrá llegado a Brown, como no puede ser de otra forma en su caso, severamente depauperada, tal y como nos tiene acostumbrados el autor de "El Código Da Vinci".

Desde que Brown alcanzó la fama con el éxito de "El Código Da Vinci" nosotros siempre hemos pensado que Dan Brown es el legítimo heredero de aquel mixtificador ruso, Sergei Nilus que compuso el tristemente famoso panfleto "Los Protocolos de los Sabios de Sión", uno de los monumentos de la falsificación antisemita. ¿En qué sentido podemos afirmar esto?

En un sentido muy simple: las novelas de Dan Brown tienen como objetivo el desprestigio de la Iglesia Católica, mediante la deformación de la verdad histórica, acusando al cristianismo de haber engañado a la humanidad desde hace 2.000 años, filtrando la sospecha y acusando directamente al cristianismo de constituir toda una conspiración religiosa contra la humanidad, tal y como Nilus hiciera otrora con los judíos. La única diferencia es que, en manos de Brown, ahora ha cambiado el chivo expiatorio: ahora los culpables de todo somos los cristianos.

El libro de Nilus fue leído por los nazis. Con mucha probabilidad, si en el futuro se desplegara una persecución contra los cristianos en occidente podríamos decir sin temor a equivocarnos que uno de los factores que hayan obrado en la "demonización" de los cristianos sea Dan Brown, en tanto que con sus novelones indocumentados y patrañeros, emponzoña las almas de sus lectores: podríamos encontrar en ellos las señales de todo un inductor al odio.

Infame destino el de ser un panfletista. Un personaje sin escrúpulos que adultera la verdad para fomenta el odio anticristiano, que se lucra sembrando las semillas de persecuciones venideras.

lunes, 21 de enero de 2013

LA ABADESA DE SANTA MARÍA DE LAS HUELGAS DE BURGOS Y FEDERICO GARCÍA LORCA

Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, Granada, 5 de junio de 1898 - Granada, 19 de agosto de 1936)


 
EL FUTURO DESVELADO

En un viaje de estudios del año 1917 a Castilla, el poeta Federico García Lorca cuenta en una carta a su familia las impresiones de aquella expedición. Se maravillará ante Ávila y confesará con fervor que Santa Teresa de Ávila fue "la mujer más grande del universo". Llega a finales de julio (puede que a primeros de agosto) al Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas de Burgos. Este Monasterio, uno de los que más solera tiene en España y en toda la Cristiandad, fue fundado en el siglo XII por el rey Alfonso VIII de Castilla, vencedor en las Navas de Tolosa el año 1212 y que allí yace en su real tumba. El joven García Lorca queda embargado ante las bellezas de la austera y cristianega Castilla. Y es en dicho Monasterio donde tiene lugar esta escena que él mismo cuenta a sus padres, con estas palabras:

Abadesa de Las Huelgas, año 1896. Muy probablemente pudo ser la misma que habló a García Lorca. Foto del foro: Ceremonia y Rúbrica de la Iglesia Española


"La abadesa, que usa mitra y báculo, para hacernos honores y pleitesías nos sentó uno por uno, con el báculo en la mano, en la silla prioral. Es una de las escenas más hermosas y más serias que yo he presenciado en mi vida. Cuando yo me senté me dijo: "¿Tiene usted padres?". "Sí, señora", le respondí, y entonces ella moviendo la cabeza me habló: "Que Dios se los conserve siempre, si no en cuerpo en alma, y ojalá que no crecierais más, para que tantas risas de vuestra juventud no las vierais trocarse en llanto desconsolador". Podéis creeros de verdad que me conmovió muchísimo".

(Carta de Federico García Lorca a su familia, escrita en el Real Monasterio de Santo Domingo de Silos, 1º de agosto de 1917, a las nueve de la noche).

Aquellas palabras, pronunciadas con unción por aquella mujer de vida virtuosa, conmueven al futuro poeta que las escucharía reverentemente y le vienen a revelar, con casi veinte años de antelación (sin que él pudiera aventurarse a saberlo en ese momento), el fatídico final de la vida del poeta granadino que, como todo el mundo sabe, tras llevar una vida desordenada sexualmente, terminó fusilado poco después de estallar la Guerra Civil Española en el año 1936.

María Ana de Austria (1568-1629), hija de D. Juan de Austria y sobrina de Su Real Católica Majestad Felipe II de España, fue Abadesa a perpetuidad de las Huelgas de Burgos en el año 1611. Aquí con el Báculo. Foto del foro: Ceremonia y Rúbrica de la Iglesia Española.


Como una sibila cristiana, dotada por Dios del don profético, aquella abadesa habló y descorrió el velo del futuro y su aciago desenlace. Es muy posible que, en sus últimos momentos de vida, García Lorca recordara aquellas palabras, dichas con autoridad por una mujer de vida santa: "...ojalá que no crecierais más, para que tantas risas de vuestra juventud no las vierais trocarse en llanto desconsolador". Recientemente, por confesión escrita y póstuma del mismo testigo, se sabe que Federico García Lorca en sus últimos momentos rogó a uno de sus ejecutores que rezara con él el acto de contricción, pues se le había olvidado rezar. Cuando lloraba desconsoladamente, sabiendo el destino que le aguardaba, Federico García Lorca tuvo que recordar aquella visita al Monasterio burgalés y las palabras proféticas de aquella mujer de mitra y báculo.

Dios lo haya perdonado y acogido en su gloria.


Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas (foto de Joyas de Castilla y León) 

CUANDO REGRESE LA FE EN DIOS

Grad Kitezh, según el pintor ruso Konstantin Gorbatov (1876-1945)



Cuenta una antigua leyenda rusa que a la orilla de un lago se levantaba la ciudad de Grad Kitezh. Cuando las hordas tártaras avanzaron sobre ella, la ciudad se sumergió en lo profundo del lago. Llegados los tártaros al lago, no hallaron ni vestigio de Grad Kitezh. Pero del fondo de las aguas lacustres podía escucharse un jubiloso tañir de campanas, como si los campanarios de la ciudad sumergida los llamaran a la fe de Cristo. 

Y dice el piadoso pueblo ruso que, cuando la fe en Dios vuelva a la tierra, la misteriosa y mística Grad Kitezh emergerá de las aguas que la cubren.

domingo, 20 de enero de 2013

EUROPA: UNIDAD CRISTIANA Y DIVERSIDAD CULTURAL

T. S. Eliot

A PROPÓSITO DE UNA RADIOCONFERENCIA DEL POETA 
T. S. ELIOT

Estaba recién concluida la Segunda Guerra Muncial y el poeta norteamericano, nacionalizado inglés, T. S. Eliot (1888-1965) ofreció tres charlas radiofónicas para una audiencia germanoparlante. Estas tres charlas fueron publicadas en Berlín el año 1946 bajo el título "Die Einheit der Europaeischen Kultur" (La unidad de la cultura europea).

Quiero ofrecer unos pasajes textuales que me parecen sumamente interesantes, así como vigentes en la actualidad. Y que pueden servirnos para reflexionar. Dice Eliot:

"La salud cultural de Europa requiere dos condiciones: que la cultura de cada país sea única y que las distintas culturas reconozcan la relación que hay entre ellas, de modo que cada una sea susceptible de recibir la influencia de las demás. Y esto es posible porque hay un elemento común en la cultura europea, una interrelación en la historia del pensamiento, los sentimientos y el comportamiento, un intercambio de arte e ideas".

Las dos condiciones que T. S. Eliot identifica son, por un lado, el reconocimiento de la singularidad propia de cada una de las diversas culturas europeas, lo que impide la uniformización de todas ellas en un producto artificial como el propuesto y ejecutado por el laicismo de nuestros días. Por otro lado, la singularidad propia de cada cultura nacional no puede encapsularse en sí misma, como un absoluto que no tuviera necesidad de interrelacionarse con las demás culturas nacionales de Europa. ¿Cuál es el elemento común que permite este flujo de comunicación entre culturas europeas? La religión. Y, para ser más exactos, el cristianismo.  

"La fuerza dominante en la creación de una cultura común entre distintos pueblos es la religión [...] Yo hablo de la tradición cristiana común que ha hecho de Europa lo que es, y de los elementos culturales comunes que ese cristianismo ha traído consigo."
"Un europeo puede no creer en la verdad de la fe cristiana, pero todo lo que dice, crea y hace, surge de su herencia cultural cristiana y sólo adquiere significado en relación a esa herencia [...] No creo que la cultura europea sobreviviera a la desaparición completa de la fe cristiana. Y estoy convencido de ello, no sólo como cristiano, sino como estudiante de biología social. Si el cristianismo desaparece, toda nuestra cultura desaparecerá con él."
"Son muchas las cosas que debemos a nuestra herencia cristiana aparte de la fe religiosa. A través de ella trazamos la evolución de nuestro arte, tenemos una concepción del derecho romano, que tanto ha contribuido a modelar el mundo occidental, una concepción de la moral privada y pública. Y a través de esa herencia tenemos en las literaturas de Grecia y Roma, nuestros modelos literarios comunes. La unidad del mundo occidental reside en esa herencia, en el cristianismo y en las antiguas civilizaciones griega, romana y hebrea, a las cuales, a través de dos mil años de cristianismo, se remonta nuestra ascendencia".
La preservación, la defensa y el acrecentamiento apostólico de esa herencia cristiana que constituye Europa fracasarán si las culturas nacionales europeas se encierran en sí mismas, queriendo llevar adelante, en el mejor de los casos, una resistencia individual en virtud de una supuesta supremacía histórica, económica, cultural o de la índole que sea. En estos momentos en los que el laicismo autodestructivo está desarmando a Europa, desposeyéndola de su identidad cristiana, las culturas cristianas de las naciones históricas de Europa tienen que afrontar muchas batallas decisivas: la lucha por la vida en la primera línea contra el aborto o contra la eutanasia, la lucha contra legislaciones que violan el Derecho Natural, la resistencia civil a cualquier forma de persecución del cristanismo en el espacio europeo son frentes para los cuales se requieren líderes aptos, estrategas y tácticos de la comunicación, así como fluidas relaciones -que permiten los nuevos medios de comunicación, como internet- entre la élite y las vanguardias cristianas. Permanecer en los estrechos márgenes nacionales, satisfechos en la lamentación inoperante, conformándose a un plácido narcisismo estéril y nostálgico, permitirse ignorar lo que otros hacen, tal vez por creerse investidos de una misión providencial personalísima (sea en grupo o personalmente considerada), hacer la guerra por cuenta propia y sin ton ni son, equivocar los medios por incapacidad o ingenuidad, no conocer ni aprovechar las experiencias de nuestros hermanos de otros países son errores y vicios que tienen que ser erradicados.

Ese es el desafío: Conjugar la unidad elemental cristiana con la diversidad nacional y la diversidad cultura con la unidad católica. Y no cualquiera vale para estratega.
Duomo de Milán. Fotografía de la página: I Love Art & Design


miércoles, 16 de enero de 2013

EL FOTÓGRAFO DE LA TRADICIÓN



EL TESORO DOCUMENTAL DE D. JOSÉ ORTIZ DE ECHAGÜE


Don José Ortiz de Echagüe nació en Guadalajara (España) el año 1886, en el seno de una familia de tradición militar. Él mismo sería ingeniero militar, pionero de la aviación en España, fundador de la primera industria automovilística española (la antaño famosa SEAT) y cultivó con amor y concienzudamente la fotografía, elevándola al rango de arte y de documento gráfico antropológico.

En una España, la del siglo XX, que se transformaba vertiginosamente derrumbando antiguos monumentos, aniquilando ancestrales costumbres, degrando piadosas tradiciones, perdiendo vestimentas regionales, etcétera, etc., Ortiz de Echagüe sintió el vigoroso imperativo de registrar con su cámara fotográfica todo ese mundo que se desvanecía ante el arrollador avance de la uniformización, salvando aunque fuese en imágenes aquella España que, en la múltiple variedad de sus pueblos y tradiciones, iba desapareciendo.


José Ortiz de Echagüe, en su tiempo libre, preparaba exhaustivamente ese trabajo, estudiando con antelación los pueblos a los que visitar, yendo a esas localidades, eligiendo a los lugareños, invitándolos a vestirse con esos trajes típicos que solo sacaban, en el mejor de los casos, los días feriados y fotografiándolos. Después, con aquellas capturas, en el laboratorio de su domicilio trabajaba pacientemente hasta lograr sacar del negativo la luminosa alma de unas gentes, unos pueblos y unos paisajes que eran, después de Dios, el amor de su vida: España.

Las fotografías de Ortiz de Echagüe no son una simple colección pintoresca, sino que constituyen por sí mismas una obra de arte en cuyo empeño se esmeró con amor y maestría, convirtiéndose de esta guisa en el maestro del pictorialismo fotográfico español. Hombre de profundas convicciones religiosas pasaba temporadas de retiro en una Cartuja y tan apreciado fue para los cartujos que estos lo nombraron fotógrafo oficial de la Orden. El maestro del pictorialismo español falleció en Madrid el año 1980.

El inmenso archivo fotográfico, resultado de su dilatada y copiosa labor fotográfica fue depositado, secundando la última voluntad de su autor, en la Universidad de Navarra. De este modo el tesoro de toda una vida queda preservado para la posteridad en uno de los mejores lugares donde podría estar: en la prestigiosa Universidad de Navarra, obra impulsada por San Josemaría Escrivá de Balaguer, y allí es custodiado, estudiado y dado a conocer este ingente material fotográfico, recopilado a lo largo de toda una larga vida. Invitamos al lector a conocer este legado, aunque sea a través de este enlace

FONDO FOTOGRÁFICO UNIVERSIDAD DE NAVARRA. 

 
Las tres fotografías que acompañan esta entrada son de Ortiz de Echagüe: la primera representa la tradición de los romeros navarros que van, encapuchados y portando cada uno su cruz, al Santuario de Nuestra Señora de Roncesvalles. La segunda fotografía corresponde a unas devotas en procesión de Semana Santa en Ibiza. Y la tercera son toreros andaluces encomendándose a la Santísima Virgen María.

miércoles, 9 de enero de 2013

LA CAMPANA MÁS ANTIGUA DE LA CRISTIANDAD


 
Es considerada la campana más antigua de la Cristiandad. Esta campana fue descubierta en el siglo XVI, cuando limpiaban un pozo a media legua de Trasierra, en Córdoba (España). Se conservó en el Monasterio de San Gerónimo de Valparaíso (a una legua de Córdoba) hasta que el Monasterio fue cerrado y sus monjes exclaustrados con la desamortización de los bienes eclesiásticos decretada por el ministro masón Álvarez de Mendizábal. La conservó el Padre Maestro Fray José de Jesús Muñoz y la Comisión de Arbitrios de Amortización la requisó entregándola a la Comisión de Ciencias y Artes, cuya sede estaba en el Colegio de Humanidades de Nuestra Señora de la Asunción de Córdoba. Actualmente forma parte de la exposición del Museo Arqueológico de Córdoba.
 
La importancia que tiene esta campana no sólo reside en su antigüedad, sino que además de ello es una reliquia en tanto que fue, como consta por su inscripción, una donación del Abad Samsón a la iglesia de San Sebastián, como leemos en la leyenda grabada a buril que presenta su circunferencia:

+Offert hoc munus Samson abbatis in domum sancti
Soebastiani, martiris Christi era DCCCC et XIII.

   (El abad Samsón ofrece este regalo a la casa (templo, ermita) de San Sebastián, mártir de Cristo, en el año de la Era 993)
 
¿Quién era el Abad Samsón? Samsón de Córdoba fue un clérigo (el título de Abad aquí no habría que entenderlo como dignidad monástica, sino parroquial) que destacó en el siglo IX junto a San Eulogio y Álvaro de Cordoba, cristianos que vivieron en la Córdoba ocupada por el poder califal mahometano. Samsón tuvo conflictos con algunos obispos heréticos, como Hostegesis de Málaga y con otros cristianos que colaboraban estrechamente con el poder califal. Destacó como un valiente apologeta de la fe (se conserva su obra "Apologético" que es un testimonio de su sólida formación filosófica y teológica) enfrentándose con esta obra a las herejías que trataban de implantar sus enemigos, sufrió persecución y destierro en Tucci (actual Martos, Jaén).
 

 

REESCRIBAMOS LA HISTORIA



La historia es como la encina que ahonda sus raíces en la tierra nuda. Regada por las pingües lluvias, se eleva al cielo. Pasarán siglos, milenios, pero la encina es fuerte e imponente, sólo el fuego podrá derribarla, pero no podrá extirpar las raíces, tan vastas cuan profundas.

Así es la Verdadera Historia de una "larga historia.". Es la gran historia de la salvación, hija de la Verdad. Quien ama la verdad, no miente, quien defiende la verdad la ama, quien se refresca en ella restaura el alma. Reescribamos la historia, amada y perseguida, impresa en grandes caracteres sobre las lápidas de nuestros Santos y nuestros Héroes de la Fe; esculpida en los restos imperecederos de la memoria. Reescribamos la historia, hija de la Verdad, que no shace libres de las cadenas de la mentira, elevando sus glorias a Dios, Rey de Eterna Gloria.
                                                                                                                             Francesca Bonadonna

domingo, 6 de enero de 2013

LA NUEVA EPIFANÍA


Ha llegado el gran día y como los buscadores de Oriente, guiados por la estrella, hemos llegado a Él, el que se ha manifestado a nuestra ceguera cual Rey de Reyes, regenerándonos en el espíritu, redimidos por su sangre.  

¿Cuántos, entre los potentados de la tierra, lo recibirán, honrándolo en las instituciones, acogiéndolo en la sociedad, como sol que resplandece en las tinieblas? ¿Cuántos lo adorarán, traspasando el umbral de este acontecimiento para recibir las bendiciones? ¿Cuántos lo honrarán en los altares de la Cristiandad y con las obras en defensa de los valores no negociables?

El hombre del siglo XXI, vuelve las espaldas a Herodes, porque ésta Epifanía es una razón para volver a la "historia usual". La misma estrella, alta y resplandeciente, que todavía hoy domina los santuarios del mundo, alumbra al caminante en la búsqueda, así como alumbró a los Magos para llegar a Belén en la noche, para adorar y glorificar al Señor.

Francesca Bonadonna

jueves, 3 de enero de 2013

LA HORA DE DIOS




 
El nuevo año, al dispararse en la media noche del 31 de diciembre, ha hecho su entrada y una primera fase en la rosa de los vientos se cumple, ya señalada por las amarguras, los temores y las fallidas promesas de un año ya concluido en la página del calendario. La página de la nueva historia se abre al devenir, mas exige esperanza y gobernar inquietudes, alejando nostalgias y retomando aliento. Sin espera, ni pretensiones, lucha, ama y espera, a pesar de que haya quedado la página triste de un tiempo, que atraviesa mares y océanos, desiertos y ciudad, cargando sobre sí las angustias de los continentes, endurecidos por la violencia indómita y por las persecuciones atroces de las conciencias humanas, exhaustas y exánimes sobre la árida tierra.
                                  
¿Cuándo acabará la loca carrera de la muerte?. ¿Cuándo terminará la persecución? ¿Cuándo dejarán los pecados colectivos su existir abominable?. ¿Tal vez cuando el hombre cambie su historia? ¿Garante de promesas fallidas y abusos sociales perpetrados a los débiles? Un día será demasiado tarde y la hora de Dios, de improviso, llegará implacable con su justicia. Nínive, ciudad temerosa de Dios, se ciñó las caderas y no pereció. Y nosotros, ¿qué es lo que hacemos?. ¿Esperamos inertes la hora del veredicto como aquellos paganos borrachos que se guasean por las calles hasta la honda noche?. ¿O como los fariseos?. ¿Mientras que se creía llegado el día de la profecía Maya? Este tiempo que queda es precioso, más que el oro, en la economía de la salvación y no permitamos que se desparrame en vano como agua de fuente y se desperdicie en las cloacas de la ciudad ennegrecida por el hollín. Un profetismo del engaño desenmascarado por la única Palabra, Verdadera, Inmutable e Imperecedera, que Dios dejó grabada en la memoria de todas las civilizaciones y dominaciones, por boca de su Hijo:

"Mas en cuanto al aquel día y la hora, nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino el Padre solo".

"Velad, pues, porque no sabéis el día en que vuestro Señor vendrá"

El hombre de fe espera, el hombre de fe reza, el hombre de fe combate, el hombre de fe defiende la verdad y recusa la mentira. Repara las ofensas y glorifica al Señor, en la espera de su gloriosa venida.

Francesca Bonadonna

miércoles, 2 de enero de 2013

RELECTURA DEL "SEÑOR DE LOS ANILLOS" A LA LUZ DE SÍMBOLOS Y PERSONAJES CRISTIANOS




J. R,. R. Tolkien (nacido tal día como hoy, 3 de enero, del año 1892)


El nuevo libro de Greta Bertani ha aparecido en las librerías italianas: "Le radici profonde. Tolkien e le Sacre Scritture" ["Las raíces profundas. Tolkien y las Sagradas Escrituras"]. En esta obra crítica de una de las principales especialistas italianas en Tolkien se desvelan los muchísimos ecos y referencias al Antiguo y Nuevo Testamento en la novela... de Tolkien.

Artículo de Claudio Toscani. Publicado en
 
Afortunadamente una publicación que, aunque deriva de una tesis universitaria, no se encorseta en paradigmas académicos. La autora es una especialista en la vida y obra de Tolkien, una estudiosa que ha profundizado en la biografía y bibliografía crítico-creativa del gran escritor, filólogo, profesor y fenómeno sociocultural, artífice de novelas que combinan la fantasía y las virtudes cotidianas, mixtura de sueños e inquietudes de nuestro tiempo, de ideales metafísicos y comportamientos humanos universales y eternos. Lo que distingue esta obra crítico-analítica es, sin embargo, desde el título, una detallísima y penetrante comparativa conceptual e inventiva entre los libros del escritor inglés (la trilogía "El señor de los Anillos" y el póstumo "Sillmarillion", sin descuidar "El Hobbit" ni algunos ensayos además del epistolario) y las raíces religiosas cristiano-católicas de Occidente, las fuentes sapienciales de la Biblia, lo fundamental de la Sagrada Escritura. De tal manera que resulta ser, de generaciones a generaciones, el libro más leído después de la Biblia. Numerosísimos son, entre consonancias y concordancias, los ecos del Antiguo y Nuevo Testamento en las novelas de Tolkien. Y Greta Bertoni no solo localiza dichas referencias con la maestría intelectual y profesional que le confiere su autoridad en la materia (tanta que merecerá un prefacio elogioso de Andrea Monda, otro ilustre experto tolkieniano), sino que las va colocando en el curso de una narración reveladora, a medio camino entre el cuento y el ensayo, la mitología y la disertación, la sacralidad y el error.
 
 

 
Fábula o mito, fairy-story o cuento de hadas, Tolkien escribe sobre un mundo salido de las manos de un Dios creador y de una "Tierra Media" entre el infierno y el paraíso donde los hombres, a su vez procreadores, ejercen libremente la facultad de escoger entre el bien y el mal, con su salvación o condenación. Tolkien busca su inspiración en la fuente misma de su ser cristiano: los pasajes fundamentales del Génesis y la entrada del mal en la creación, hasta el rescate de la Cruz de Cristo, resuenan en el destino de los Elfos de la Luz en su camino hacia una Tierra Prometida. La serpiente bíblica es el dragón del Señor de los Anillos: y Melkor [más conocido como Morgoth Bauglir] es Satanás; y la ciudad de Gondor la Nueva Jerusalén celestial. La búsqueda que, a fin de cuentas, es la trama de esta trilogía, es una búsqueda que se convierte en renuncia: perseguir el propio bien equivale en Tolkien a rechazar metas mundanas. Casi siempre se traslucen en los personajes del libro sus modelos originales. Así, Frodo es una figuración de Cristo, y su misión es la de evitar los malignos poderes del anillo; Aragorn, el nuevo rey que restablecerá el reino de la paz y de la serenidad, es a su vez la profecía del Cristo del Juicio; Gandalf, más que un mago, es un ángel encarnado; Boromir y Gollum, por fin, son apóstoles novicios y el Lembas es la Eucaristía Cuerpo del Señor, mientras Dama Galadriel es la Santísima Virgen María.
 
 
 
 
Artículo original en italiano de Claudio Toscani, publicado en

martes, 1 de enero de 2013

ALLENDE EL HORIZONTE




Hoy es el primer día del año en los cielos de todo el mundo. Cada cielo recubre la tierra y cada tierra, bajo un sol tibio de invierno, sombreada por las nubes, fecunda un nuevo ciclo, el ciclo de la vida, el ciclo de la historia.
 
Es el primer día del año, para el niño recién nacido; es el primer día del año, para el enfermo terminal; es el primer día del año, para el huérfano en el orfanato; es el primer día del año, para el anciano olvidado. Es la rueda del tiempo que gira inexorablemente y que se detiene de inmediato para quien, en este principio del nuevo año, cierra los ojos al mundo y renace transfigurado: más allá del tiempo, más allá del invisible horizonte de la vida, que nos separa y nos espera.

Francesca Bonadonna